sábado, 7 de marzo de 2009

Michelle Obama, una voz por las mujeres en la Casa Blanca



Long Island al Día/ Terra/ EFE
Si hay una figura que simbolice el Día Internacional de la Mujer en Estados Unidos este año, esa es Michelle Obama, la primera dama negra, que entró a la Casa Blanca tras la elección de su esposo, Barack Obama, a la presidencia.
Muchos estadounidenses, negros y blancos, admiran a esta mujer de 45 años, madre de dos niñas y gran profesional, que puso fin a su carrera para apoyar la de su esposo, jovial, dinámica, directa y además elegante.
"Ella es una versión moderna y actualizada de Hillary Clinton cuando entró a la Casa Blanca", dijo a la AFP la profesora de sociología Andra Gillespie, de la Universidad Emory en Georgia (sur).
"He aquí una mujer lograda profesionalmente, que triunfó en su carrera y que ha sido exitosa en su vida de familia", agregó. Para los estadounidenses negros, la visibilidad de Michelle Obama es "un cambio enorme".
"Los negros son estereotipos de autoritarios, castrantes, o de costumbres ligeras. Ella no es nada de eso", explicó la socióloga. "Es una mujer de belleza accesible, considerada femenina, que ha cuidado de una familia durante 15 años y es evidente que su esposo la ama. No estamos acostumbrados a ver mujeres negras en esa posición", agregó la profesora, destacando la mala imagen de la familia en la comunidad negra, donde 70% de los niños nacen fuera del matrimonio.
Michelle Obama, que creció en un barrio modesto de Chicago, estudió en las universidades de Princeton y Harvard antes de convertirse en abogada, y luego fue vicepresidenta de un gran hospital. Ella ganaba más que su marido cuando era senador, al momento en que se lanzaron a la campaña presidencial.
Desde su entrada a la Casa Blanca, la primera dama goza de una sólida popularidad, superior a la de sus predecesoras, con 49% de opiniones favorables (56% entre las mujeres), y solamente 5% en contra, según un sondeo reciente de New York Times/CBS.
Hillary Clinton inició su estadía en la Casa Blanca con 44% de apoyo de la opinión pública, Laura Bush con 30% y Nancy Reagan con 28%.
Además se ha convertido en ícono de la moda estadounidense: su gusto por los vestidos sin mangas que dejan ver, aún en invierno, sus brazos musculosos fascina a los críticos.
A casi un mes y medio en la Casa Blanca, Michelle Obama ha dado señales de cuál será su papel como Primera Dama. Para empezar, se fijó las tradicionales visitas a escuelas y el apoyo a las familias de los soldados como prioridad.
"Sensible a las responsabilidades de las mujeres, una de sus prioridades será promover el equilibrio entre el trabajo y la familia, ayudar a fomentar la flexibilidad en el trabajo para los padres", según Gillespie.
"Las mujeres necesitan una voz en la Casa Blanca más que nunca", declaró Michelle Obama durante la campaña electoral.

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