jueves, 12 de marzo de 2009

De Obama a Lula: De Bush a Uribe


Jesús Ríos
Editor
Tal y como lo hizo Bush con Alvaro Uribe, ahora Obama ve a Inacio Lula como su socio en América latina. Ambos eligieron a sus similares de Colombia y Brasil como sus mejores socios en el continente, pero claro está que hay mucha diferencia entre todos ellos.
El expresidente norteamericano, se está consolidando indiscutiblemente como el peor en la historia americana. Obama por su parte emerge como un líder de peso mundial, que tiene que “desgobernar” al dejar sin efecto las medidas que su antecesor firmó en claro irrespeto a sus límites como presidente.
En esa misma medida, sus socios políticos tienen marcadas diferencias, que los distinguen, al igual que sus acciones y estilos de gobernar.
Uribe se percibe como un presidente enredado en su autoritarismo y mantiene a su gobierno demasiado ocupado en problemas con todos y por todo. Espionaje telefónico, acuerdo humanitario, diálogo, incremento de las acciones militares, deseos de reelección, paramilitarismo, falsos positivos, todo ello en una mezcla incoherente y desgastadora, que hace perder sus aciertos en una maraña de confusión y manipulación.
Lula encarna al contrario, moderación y discreción y se mueve internacionalmente como un pez en el agua, respetado por la naciente izquierda Chavista y por Uribe que representa el otro extremo en el péndulo político.
Hace unos días y luego de la Cumbre del G20, Obama invitó a una reunión al presidente carioca, que se realizará el próximo 14 de marzo, no sin antes felicitarlo por “su liderazgo para encontrar soluciones a la crisis global”.
Para que todo quede claro Lula indicó que,” EE.UU. debe mirar hacia América Latina, con un enfoque más progresista y no solo pensando en narcotráfico y en crimen organizado. Somos un continente democrático y pacífico”.
Claro que mirando más a fondo, Washington le tiene el ojo puesto al petróleo de Brasil, de mejor calidad que el venezolano y trata de sustituir su dependencia del crudo de Chávez, del que necesita entre el 40 y 70% de su producción, para abastecer su mercado voraz.
Si Obama y Lula, llegan a un acuerdo, Venezuela dejaría de percibir 80 millones de dólares diarios de ingresos. Ya Brasil sustituyó un tercio de la importación de crudo venezolano a EE.UU. y necesita de su capital para la explotación de sus más recientes yacimientos.
Con precios por debajo de los 50 dólares, Chávez quisiera ser socio de Obama, pero cuando sus desmandes verbales se moderen, va a encontrar a Lula sentado cómodamente en su anhelada posición, como un socio energético confiable.
En estos momentos de crisis, Lula lidera su país hacia ser una potencia petrolera sin arruinar otros sectores de su economía, que sigue creciendo sostenida y equitativamente y de seguro, como dicen los expertos superará como economía emergente el desplome de la economía global.
Mientras tanto, Uribe insiste en creer que la aprobación del tratado de libre comercio con EE.UU. es una cuestión de diplomacia. Con Obama le quedará mas difícil aprobar el tratado, máxime cuando este es más cuidadoso al escoger a sus socios, que como en el caso de Uribe, fue condecorado por Bush, un presidente cuestionado por sus métodos autoritarios y poco respetuoso del estado de derecho, que utilizó el temor y el miedo para imponer sus políticas en desuso, en un mundo cada vez mas global y dependiente.

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