Optimismo contra la crísis

Jesús Ríos
Periodista
Analista político
Febrero 1ro del 2009
En estos momentos de crísis el mundo tiende a dividirse en dos bandos que dibujan la realidad de estos tiempos.
Por un lado los pesimistas, realistas y menos dados a desilucionarse por lo que la vida les quita o no les brinda y por el otro, los optimistas ingenuos y por ello más propensos a ser sorprendidos por las malas noticias.
Basándome en esta apreciación, de seguro que me sería más fácil que hubiera pensado escribir sobre la situación que nos aqueja, en un editorial basado en las consecuencias catastróficas de la crísis económica, analizando noticias que se repiten y repiten y explicar por qué lo que viene será aún peor.
Pero, soy un optimista, un rebelde o como lo dijera una amiga de las labores periodísticas, un idealista y en ciertas ocasiones, un soñador.
Por ello, he decidido hacer públicas mis razones para el optimismo.
- Después de una grave enfermedad y si el paciente sobrevive, viene un período de recuperación.
La economía mundial ha sufrido un penoso infarto. Sufrirá mucho, estará en cuidados intensivos, pero para salir de su crísis se verá obligada a cambiar sus malos hábitos, por unos más sanos y saludables.
Tendrá que balancearse el equilibrio entre estado y mercado, se tendrán que controlar excesos y se corregirán las distorciones macroeconómicas.
El paciente tendrá que tomar una dieta rigurosa, lo que lo mantendrá débil por un tiempo, el que dependerá del rigor y consistencia de la misma.
De seguro que un paciente terco y acostumbrado a comer y beber lo que desea, caerá en la tentación de volver a fumar, trasnocharse y comer mal. Deberá mantener en su mente, que ya pasó su momento crítico y que si retorna a sus andadas, una recaída no lo salvará de una muerte segura.
- Renovación política.
El 2008 fue el año del derrumbe económico y el 2009, será el del levante político.
El impacto de la crisis económica, hará que gobiernos sin preparación, sean impotentes ante la enfermedad. Algunos gobiernos caerán, otros se debilitarán y casi todos tendrán que cambiar su manera de hacer las cosas, para responder al descontento social provocado por la crísis.
De ellos , algunos se refugiarán en el autoritarismo y el populismo, pero los gobiernos más serios se abrirán a la posibilidad de cambios políticos positivos, que no se hubiran podido realizar, sin la crísis.
- Nuevo liderazgo.
! Ya viene de nuevo con Obama dirán, quienes conocen mi admiración por el Presidente!
No estoy pensando en Obama solamente, pero cuando escribo sobre nuevo liderazgo, evidentemente que su gesta llega a mi mente.
Estoy seguro que su caso motivará otros buenos ejemplos. En general la crisis le va a dificultar las cosas a quienes han estado al frente de los gobiernos e instituciones y le abrirá la puerta al ascenso de sucesores con ideas nuevas.
Es más fácil ser médico general, que encargado de la sala de cuidados intensivos.
- Cambios tecnológicos.
Nunca antes, ha habido tantos innovadores como ahora. Gente que está creando nuevas maneras de resolver los problemas. Estamos al comienzo, sólo al comienzo, de profundos cambios tecnológicos que crearán una nueva revolución en la producción y la productividad y mejorarán la calidad de vida de todos.
Sin crísis, no se estaría hablando de híbridos y eléctricos, de energía solar, de banda ancha, como si se tratara de esas conversaciones con café o de la hora del almuerzo.
- Igualdad y solidaridad
Debemos aprender a ser más solidarios con quien necesita ayuda. Fortalecer la intolerancia contra la desigualdad, la injusticia y la discriminación. La crisis aumentará las necesidades sociales y alentará a muchos a hacer algo por los demás.
Será muy fácil para los pesimistas destruir cada uno de mis pequeños aportes y explicar porqué surtirán efectos negativos.
La crisis matará a muchos y el paciente no cambiará sus malos hábitos. Hace algunos días, un influyense te atrevía a orientarme para que escribiera un artículo sobre el Legado de Bush, a quien consideraba uno de los más importantes presidentes de la historia.
Los que tienen el poder, no se lo dejarán quitar, los que pueden manipular y engañar seguirán intentándolo, puesto que ello les ha dado resultado hasta ahora.
Ello seguirá siendo fácil.
Lo difícil, es buscar razones para ser optimistas. Difícil, claro que si, pero es indispensable ahora. Intentémoslo todos.