Las historias no contadas

Recuerdo del holocausto

LIAD con EFE

Las mujeres eran obligadas a atravesar un río nadando hasta que se ahogaban en la ciudad ucraniana de Berdichev. Los niños eran arrojados a las fosas donde se amontonaban los cadáveres de sus padres en Telsiai, Lituania. Muchos detenidos fueron encerrados en graneros en las noches más frías del invierno bielorruso hasta que morían congelados. Todos eran judíos. Ninguno sobrevivió al Holocausto.

Israel recuerda entre ayer y hoy la matanza de seis millones de judíos por el régimen nazi en el Día del Holocausto. Lo hace con nuevos y escalofriantes datos de aquel genocidio sistemático, porque se sabe mucho de los horrores de Auschwitz o Belzec, pero no tanto de los cientos de campos de exterminio repartidos por los países ocupados de la antigua URSS, donde perdieron la vida 1,5 millones de judíos.

Para que el exterminio no se olvide, el museo israelí Yad Vashem Holocaust ha comparado los números y métodos de esos campos soviéticos con los alemanes y polacos. El trabajo de investigación, titulado “Las historias no contadas", está colgado en la web del museo. "Querido, antes de morir te escribo estas letras. Estamos a punto de perecer. Somos 5.000 inocentes y nos están disparando. Besos a todos". La nota en yiddish se encontró entre la ropa de una mujer que murió en Antanase, Lituania. “Estos lugares se han negado porque se trata de pequeños pueblos y ciudades en los que en muchos casos los habitantes locales jugaron un importante papel en las muertes", dice David Bankier, investigador jefe en el Yad Vashem, a The New York Times. “Tratamos de entender al hombre que jugaba al fútbol con su vecino judío y al día siguiente lo mataba. Es importante para investigar sobre el genocidio en otros lugares del mundo como África.” Las matanzas comenzaron en junio de 1941, cuando los alemanes invadieron la Unión Soviética y los escuadrones de la muerte nazis se repartieron en las repúblicas del Cáucaso.