Por: Jesús Ríos
La crisis económica ha precipitado un cambio en la manera de hacer los periódicos en los EE.UU.
Esto ya se venía gestando desde años atrás, cuando los propietarios de los diarios, observaron que su negocio se veía agonizante frente a internet.
Varios diarios ya se han dirigido al cierre y los que quedan se mantienen a duras penas.
El Grupo Chicago Tribune Media, se declaró en bancarrota el pasado diciembre y esta semana recortará empleos, congelará salarios y aumentará los precios de su suscripción.
Si esto sucede con los grandes diarios, que podemos decir de los diarios locales, que se disputan hasta el último dólar de los anunciantes para mantenerse en la calle, luchando contra los altos costos, rebajando hasta el mínimo su circulación, dejando sus contenidos en manos de internet, puesto que ello es más económico que tener en su plantilla a un profesional del periodismo que se encargue de darle identidad al medio. Por ello es que observamos periódicos locales totalmente editados con noticias de internet, sin coherencia alguna y sin visión periodística.
Es de reconocer el esfuerzo que uno que otro medio hace por generar noticias propias, por analizar los sucesos, por colocar fotos originales, sin ceder aún al gustito que provoca imprimir letras y frases sin costo, pero además sin valor periodístico.
Según el prestigioso TIME, no es tanto la crisis del periódico como soporte de noticias, lo que se está viviendo actualmente, sino el libre acceso a internet, que hace sentir la sensación de estar “ regalando las noticias”, al colocar todo el contenido del medio en la red, en una actitud “ moralmente aberrante y económicamente autodestructiva”.
Buscando soluciones el TIME, crearía un sistema de micropago, que permitiría navegar por sus contenidos, por menos de un dólar.
Según el TIME, este sistema beneficiaría a los grandes medios y alimentaría a ese gran número de copiadores de noticias y ciudadanos periodistas, que escriben por amor al oficio.
El NEW YORK TIMES, manifestó a través de su director ejecutivo Bill Keller que “ es justo que se pague por información verdadera, buena, veráz, comprobada, organizada y explicada”.
Por lo menos así se podrá mantener al periodismo un poco libre de quienes descaradamente llenan páginas con contenidos de internet, sin ni siquiera colocar la fuente y el autor, como si el anonimato culpable que buscan , fuera el premio que su infracción le debiera a su soporte y colaborador anónimo.
La crisis económica ha precipitado un cambio en la manera de hacer los periódicos en los EE.UU.
Esto ya se venía gestando desde años atrás, cuando los propietarios de los diarios, observaron que su negocio se veía agonizante frente a internet.
Varios diarios ya se han dirigido al cierre y los que quedan se mantienen a duras penas.
El Grupo Chicago Tribune Media, se declaró en bancarrota el pasado diciembre y esta semana recortará empleos, congelará salarios y aumentará los precios de su suscripción.
Si esto sucede con los grandes diarios, que podemos decir de los diarios locales, que se disputan hasta el último dólar de los anunciantes para mantenerse en la calle, luchando contra los altos costos, rebajando hasta el mínimo su circulación, dejando sus contenidos en manos de internet, puesto que ello es más económico que tener en su plantilla a un profesional del periodismo que se encargue de darle identidad al medio. Por ello es que observamos periódicos locales totalmente editados con noticias de internet, sin coherencia alguna y sin visión periodística.
Es de reconocer el esfuerzo que uno que otro medio hace por generar noticias propias, por analizar los sucesos, por colocar fotos originales, sin ceder aún al gustito que provoca imprimir letras y frases sin costo, pero además sin valor periodístico.
Según el prestigioso TIME, no es tanto la crisis del periódico como soporte de noticias, lo que se está viviendo actualmente, sino el libre acceso a internet, que hace sentir la sensación de estar “ regalando las noticias”, al colocar todo el contenido del medio en la red, en una actitud “ moralmente aberrante y económicamente autodestructiva”.
Buscando soluciones el TIME, crearía un sistema de micropago, que permitiría navegar por sus contenidos, por menos de un dólar.
Según el TIME, este sistema beneficiaría a los grandes medios y alimentaría a ese gran número de copiadores de noticias y ciudadanos periodistas, que escriben por amor al oficio.
El NEW YORK TIMES, manifestó a través de su director ejecutivo Bill Keller que “ es justo que se pague por información verdadera, buena, veráz, comprobada, organizada y explicada”.
Por lo menos así se podrá mantener al periodismo un poco libre de quienes descaradamente llenan páginas con contenidos de internet, sin ni siquiera colocar la fuente y el autor, como si el anonimato culpable que buscan , fuera el premio que su infracción le debiera a su soporte y colaborador anónimo.
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