La banca por encima de todo.Economía norteamericana con características Chinas
Jesús Ríos- Resumen semanal
Están pasando cosas extraordinarias. Sólo unos días después de iniciada la presidencia de Obama, los primeros indicios del cambio que conducirán un escenario nuevo ya se han producido. Veamos algunos de ellos. La montaña mágica de Thomas Mann, en Davos (Suiza), cita tradicional de enero para celebrar el festín del liberalismo financiero por los ya ex dueños del universo, fue nacionalizada.
La decisión ha sido tomada: salvar a la banca por encima de todo, nacionalizarla si hace falta
En Pekín se bromea estos días sobre el extraordinario ejemplo de la economía socialista norteamericana con características chinas. Los políticos se apoderaron del foro de Davos, dejando en un segundo plano a los banqueros, apestados por una ola mundial de irritación que no entiende su resistencia a dar créditos.
La necesidad de crear un gran sheriff o supervisor global del sistema financiero ya casi no es puesta en tela de juicio. Algo impensable hasta hace muy poco. Bernanke, el presidente de la Reserva Federal de EE UU, explica que "el mundo está demasiado interconectado para que los países vayan cada uno por su lado".
A estas alturas parece claro que la decisión ya ha sido tomada: salvar a la banca por encima de todo, recapitalizarla, sanear sus balances, nacionalizarla si es necesario, crear incluso, como ya forma parte del plan de rescate de Obama un banco "malo" financiado por el contribuyente, y llenarlo con los activos tóxicos de todos . Los bancos no prestarán porque saben que necesitarán más capital para aguantar este agujero negro. Y como en el Titanic, los banqueros, como si fueran mujeres y niños, saltan a los primeros botes y el resto de los mortales espera a bordo mientras escucha el último vals de la orquesta.
Pero al parecer, todos somos culpables, porque los particulares acaparamos el ahorro, si es que queda algo, debajo del colchón de la cama, al igual que los bancos en sus cajas fuertes.
El único economista que ya en enero de 2008 dijo en Davos que la economía mundial se dirigía a un aterrizaje catastrófico, Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York, asegura ahora que la banca norteamericana está quebrada por insolvente. Y lo mismo puede decirse de los bancos europeos. Por su parte, Nassim Taleb, el autor del interesante libro El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable, ha subido a la cima de los Alpes suizos a dar su receta: la nacionalización de los bancos es absolutamente necesaria.
Obama ha denunciado la "desvergüenza" de los ejecutivos financieros de Wall Street que siguen cobrando suculentas primas mientras recogen las abundantes ayudas del Gobierno. Ellos no pararán de seguir con su desvergüenza si no se toman medidas fuera de lo común para pararlos. Regulación de la nacionalización es la norma. Algunos hasta necesitarán de unos días de cárcel para que aprendan la lección por el abuso cínico de sus acciones.
El insólito llamamiento de Obama al mundo musulmán, a través de la televisión Al Arabiya, para entablar un diálogo respetuoso en el que Estados Unidos reconoce que no debe imponer nada, es otro de los sucesos extraordinarios de los que hablaba al comienzo. El presidente declaró concluida la guerra contra el terrorismo de Bush prometiendo escuchar porque a menudo, admitió, EE UU comienza por dictar.
Representa también a un nuevo Estados Unidos que está dejando de ser "blanco" a gran velocidad. En 2042, los hispanos, negros y asiáticos serán mayoritarios. Pero en 2023, esto ya ocurrirá si sólo se tiene en cuenta a los norteamericanos menores de 18 años. Bastantes miembros de la nueva Casa Blanca han nacido o han vivido fuera de Estados Unidos. Significativo dato en un país en el que todavía sólo un 22% de su población tiene pasaporte.
La decisión ha sido tomada: salvar a la banca por encima de todo, nacionalizarla si hace falta
En Pekín se bromea estos días sobre el extraordinario ejemplo de la economía socialista norteamericana con características chinas. Los políticos se apoderaron del foro de Davos, dejando en un segundo plano a los banqueros, apestados por una ola mundial de irritación que no entiende su resistencia a dar créditos.
La necesidad de crear un gran sheriff o supervisor global del sistema financiero ya casi no es puesta en tela de juicio. Algo impensable hasta hace muy poco. Bernanke, el presidente de la Reserva Federal de EE UU, explica que "el mundo está demasiado interconectado para que los países vayan cada uno por su lado".
A estas alturas parece claro que la decisión ya ha sido tomada: salvar a la banca por encima de todo, recapitalizarla, sanear sus balances, nacionalizarla si es necesario, crear incluso, como ya forma parte del plan de rescate de Obama un banco "malo" financiado por el contribuyente, y llenarlo con los activos tóxicos de todos . Los bancos no prestarán porque saben que necesitarán más capital para aguantar este agujero negro. Y como en el Titanic, los banqueros, como si fueran mujeres y niños, saltan a los primeros botes y el resto de los mortales espera a bordo mientras escucha el último vals de la orquesta.
Pero al parecer, todos somos culpables, porque los particulares acaparamos el ahorro, si es que queda algo, debajo del colchón de la cama, al igual que los bancos en sus cajas fuertes.
El único economista que ya en enero de 2008 dijo en Davos que la economía mundial se dirigía a un aterrizaje catastrófico, Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York, asegura ahora que la banca norteamericana está quebrada por insolvente. Y lo mismo puede decirse de los bancos europeos. Por su parte, Nassim Taleb, el autor del interesante libro El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable, ha subido a la cima de los Alpes suizos a dar su receta: la nacionalización de los bancos es absolutamente necesaria.
Obama ha denunciado la "desvergüenza" de los ejecutivos financieros de Wall Street que siguen cobrando suculentas primas mientras recogen las abundantes ayudas del Gobierno. Ellos no pararán de seguir con su desvergüenza si no se toman medidas fuera de lo común para pararlos. Regulación de la nacionalización es la norma. Algunos hasta necesitarán de unos días de cárcel para que aprendan la lección por el abuso cínico de sus acciones.
El insólito llamamiento de Obama al mundo musulmán, a través de la televisión Al Arabiya, para entablar un diálogo respetuoso en el que Estados Unidos reconoce que no debe imponer nada, es otro de los sucesos extraordinarios de los que hablaba al comienzo. El presidente declaró concluida la guerra contra el terrorismo de Bush prometiendo escuchar porque a menudo, admitió, EE UU comienza por dictar.
Representa también a un nuevo Estados Unidos que está dejando de ser "blanco" a gran velocidad. En 2042, los hispanos, negros y asiáticos serán mayoritarios. Pero en 2023, esto ya ocurrirá si sólo se tiene en cuenta a los norteamericanos menores de 18 años. Bastantes miembros de la nueva Casa Blanca han nacido o han vivido fuera de Estados Unidos. Significativo dato en un país en el que todavía sólo un 22% de su población tiene pasaporte.
Lectura relacionada: Banqueros sinverguenzas. 31 de Enero . Etiqueta, Rescate.
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