Por: Jesús Ríos con agencias
Barack Obama ha consagrado su primera rueda de prensa oficial en la Casa Blanca como presidente de Estados Unidos a defender su plan de estímulo económico, en paralelo a la decisión del Senado de dar un impulso a la aprobación definitiva de su receta económica gracias al apoyo de última hora de tres senadores republicanos. En horario de máxima audiencia y en una de las salas de la Casa Blanca reservadas para las grandes ocasiones, Obama ha advertido a los críticos de que "el Gobierno federal es la única entidad que queda con los recursos para resucitar nuestra economía".
El primer presidente negro de Estados Unidos, que ha empleado sus ocho minutos de discurso antes de contestar a las preguntas de los periodistas para defender las virtudes de su plan, ha dicho que si su Ejecutivo no interviene "la crisis podría transformarse en una catástrofe". "El plan no es perfecto; ningún plan lo es. No les puedo asegurar que todo lo que incluye este plan funcione como esperamos, pero les puedo asegurar que no actuar sólo agravará la importancia de esta crisis", ha proclamado.
Obama ha dicho que si el Gobierno fracasa en esta misión, la primera economía del mundo afronta el riesgo de caer en una "espiral negativa" que podría prolongar aún más la actual recesión económica. "Esta no es la clásica recesión. Estamos atravesando la peor crisis económica desde la Gran Depresión", ha insistido Obama en su comparecencia ante los medios en Washington. Y ha puesto como ejemplo la "década perdida" que para Japón supuso los años 90 del pasado siglo. Algo parecido padecerá Estados Unidos, en su opinión, si el Gobierno fracasa en su intento de revivir la economía.
Para luchar contra la parálisis, Obama ha dicho que habrá que hacer transferencias de dinero a los consumidores y un aumento en paralelo del crédito y de la inversión. "La crisis del crédito es real y no ha terminado", ha vaticinado.
"Hemos perdido por el momento tres millones seiscientos mil trabajos. Pero lo que quizá sea más preocupante es que la mitad de esas pérdidas se han registrado durante los últimos tres meses, lo que significa que el problema está agravándose en lugar de mejorar", ha dicho Obama antes de reclamar de nuevo el respaldo de los legisladores para que salga adelante su plan millonario de ayudas públicas. "Estoy seguro de que podemos resolver el problema, pero requerirá que tomemos algunos pasos importantes", ha dicho.
Los bancos "nos han metido en este lío"
Obama no ha dudado en señalar a la banca como la culpable de la actual situación. A su parecer, las entidades financieras han asumido riesgos "exorbitantes" con la compra de títulos de calidad dudosa. "Lo que nos ha metido en este lío han sido los riesgos exorbitantes asumidos por los bancos en títulos dudosos con el dinero de otros", ha explicado Obama. Esos riesgos generaron la crisis financiera, lo que dio lugar a la restricción del crédito y extendió los problemas al resto de la economía.
Pese a sus críticas a los bancos, su plan para usar los fondos que quedan del rescate financiero aprobado por el Gobierno anterior mantiene las ayudas a las entidades financieras, aunque en la rueda de prensa de hoy ha enfatizado que estarán condicionadas a que limiten la remuneración de sus directivos.
Obama sostuvo que su Gobierno colaborará con los bancos para librarlos de los títulos de mala calidad que lastran sus balances, de forma que "se restablezca la confianza" en los mercados financieros. "Nadie sabe realmente lo que hay en las cuentas de los bancos", ha recalcado.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, presentará hoy el plan para usar los 500.000 millones de dólares que quedan del rescate financiero aprobado por el Congreso durante el Gobierno de Bush para estabilizar los mercados. "No sé si necesitaremos dinero adicional o cuánto", ha dicho Obama, quien ha apostado por ver primero si su receta funciona.
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