Diario La Prensa N.Y
Familiares del ecuatoriano muerto en lo que las autoridades consideran un “crimen de odio racial” se sienten “insultados” por las declaraciones que ha hecho el principal sospechoso del ataque desde la cárcel.
Keith Phoenix, de 28 años, se defendió de las acusaciones de haber golpeado fatalmente a José Sucuzhañay el pasado 8 de diciembre diciendo que lo hizo “en defensa propia”.
En una entrevista concedida al periódico Daily News, Phoenix asegura que José Sucuzhañay y su hermano Romel se pusieron delante de su SUV y cuando él hizo sonar la bocina, José golpeó su auto y los hermanos comenzaron a insultarle. Phoenix dice, además, que salió del vehículo para confrontarles y le pareció ver “la empuñadura de una pistola”. Por ello, agrega que tomó un bate del auto y golpeó a José cuatro veces y le volvió a golpear dos veces más cuando creyó que iba a volver a tomar la pistola.
La policía y la familia de Sucuzhañay rechazaron la versión de Phoenix.
“Los argumentos ofrecidos en defensa propia son inconsistentes. Son insostenibles y definitivamente insultantes para la familia. (La familia Sucuzhañay) está muy apenada por lo sucedido”, afirmó el abogado José Arrufat Gracia, en nombre de la familia.
“Los hechos dados a conocer por la Policía claramente indican que éste fue un crimen de odio racial”, agregó.
Phoenix y su cómplice Hakim Scott, de 25 años, están detenidos sin derecho a fianza y enfrentan el cargo de asesinato en segundo grado como crimen de odio por haber golpeado a Sucuzhañay, de 31 años, con un bate de aluminio. Su hermano Romel, de 38 años, logró escapar de los agresores.
Paul Browne, comisionado de comunicaciones del NYPD insistió: “Ninguno de los hermanos tenía un arma”. Según la policía, Phoenix salió de su auto profiriendo insultos anti-gay y anti-latinos.
Jorge López Amaya, el cónsul general de Ecuador en la ciudad de Nueva York, dijo que las declaraciones de Phoenix “son sólo una forma de evadir la justicia”. “Está bien claro que actuó con premeditación y alevosía”, agregó el consul. “Siento un total repudio que trate de escapar de la justicia, lo que hizo no fue sólamente en contra de los inmigrantes, sino de los homosexuales. Es algo terrible”, insistió.
Familiares del ecuatoriano muerto en lo que las autoridades consideran un “crimen de odio racial” se sienten “insultados” por las declaraciones que ha hecho el principal sospechoso del ataque desde la cárcel.
Keith Phoenix, de 28 años, se defendió de las acusaciones de haber golpeado fatalmente a José Sucuzhañay el pasado 8 de diciembre diciendo que lo hizo “en defensa propia”.
En una entrevista concedida al periódico Daily News, Phoenix asegura que José Sucuzhañay y su hermano Romel se pusieron delante de su SUV y cuando él hizo sonar la bocina, José golpeó su auto y los hermanos comenzaron a insultarle. Phoenix dice, además, que salió del vehículo para confrontarles y le pareció ver “la empuñadura de una pistola”. Por ello, agrega que tomó un bate del auto y golpeó a José cuatro veces y le volvió a golpear dos veces más cuando creyó que iba a volver a tomar la pistola.
La policía y la familia de Sucuzhañay rechazaron la versión de Phoenix.
“Los argumentos ofrecidos en defensa propia son inconsistentes. Son insostenibles y definitivamente insultantes para la familia. (La familia Sucuzhañay) está muy apenada por lo sucedido”, afirmó el abogado José Arrufat Gracia, en nombre de la familia.
“Los hechos dados a conocer por la Policía claramente indican que éste fue un crimen de odio racial”, agregó.
Phoenix y su cómplice Hakim Scott, de 25 años, están detenidos sin derecho a fianza y enfrentan el cargo de asesinato en segundo grado como crimen de odio por haber golpeado a Sucuzhañay, de 31 años, con un bate de aluminio. Su hermano Romel, de 38 años, logró escapar de los agresores.
Paul Browne, comisionado de comunicaciones del NYPD insistió: “Ninguno de los hermanos tenía un arma”. Según la policía, Phoenix salió de su auto profiriendo insultos anti-gay y anti-latinos.
Jorge López Amaya, el cónsul general de Ecuador en la ciudad de Nueva York, dijo que las declaraciones de Phoenix “son sólo una forma de evadir la justicia”. “Está bien claro que actuó con premeditación y alevosía”, agregó el consul. “Siento un total repudio que trate de escapar de la justicia, lo que hizo no fue sólamente en contra de los inmigrantes, sino de los homosexuales. Es algo terrible”, insistió.
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