Esta condición es el mecanismo de 'llamado' de un bebé para indicar que algo le molesta o le hace daño.
Uno de los principales momentos en los cuales los padres demuestran preocupación e intolerancia con su bebé es cuando no se explican el llanto de su pequeño.
Y aunque es una circunstancia frecuente y hasta común, muchos adultos no encuentran la solución ni saben reconocer los síntomas para calmarlo.
La principal recomendación, en estos casos, es no alarmarse. “El llanto es el único mecanismo que tiene el bebé para comunicarse; él no puede decir ‘estoy mojado’, ‘no me gusta ese olor’, etc. Así que llora. Por eso, los cuidadores deben revisarlo y encontrar el origen”, explica María Elena Varela, pediatra neonatóloga y perinatóloga.
Las causas del llanto del recién nacido son varias. Si es ocasionado por el hambre, la madre debe poner al bebé en el seno para que se alimente. Después, debe asegurarse de sacarle los gases, para evitar los molestos cólicos. Si los presenta, el niño estira y recoge sus piernitas (como si estuviera haciendo abdominales) y la piel se pone de una tonalidad roja.
También pueden presentarse cuando se sienten mojados o incómodos por alguna deposición. En estos casos, lo más recomendable es revisarlos y cambiar el pañal (debe hacerse cada 3 horas).
Los recién nacidos incluso se molestan cuando están muy abrigados; se puede percibir porque sudan (se reconoce por puntos rojos en la piel). Cuando sienten frío, generalmente tienen las manos ‘heladas’; para ello, hay que abrigar moderadamente su cuerpo, en especial la cabeza.Según la especialista, los bebés “lloran casi cinco o diez minutos, antes de dormirse,pero si se acomodan junto a la madre y se abrazan, lograrán conciliar el sueño”.
Se aconseja colocarlos en el pecho de la mujer, especialmente del lado izquierdo –asegura la pediatra–, pues se tranquilizan con el sonido del corazón y los ruidos intestinales, muy familiares para ellos cuando estaban en el vientre.
Cuándo el llanto es alarmante. Si el bebé llora durante más de 30 minutos, sin interrupciones y sin ningún tipo de consuelo. Se puede poner morado, tiene dificultad respiratoria, se fatiga y, en ocasiones, tiene movimientos “como convulsiones, mueve un solo pie o una mano o tiene movimientos oculares”, dice la doctora Velandia. En estos casos, los padres deben acudir de inmediato al pediatra del niño.
Uno de los principales momentos en los cuales los padres demuestran preocupación e intolerancia con su bebé es cuando no se explican el llanto de su pequeño.
Y aunque es una circunstancia frecuente y hasta común, muchos adultos no encuentran la solución ni saben reconocer los síntomas para calmarlo.
La principal recomendación, en estos casos, es no alarmarse. “El llanto es el único mecanismo que tiene el bebé para comunicarse; él no puede decir ‘estoy mojado’, ‘no me gusta ese olor’, etc. Así que llora. Por eso, los cuidadores deben revisarlo y encontrar el origen”, explica María Elena Varela, pediatra neonatóloga y perinatóloga.
Las causas del llanto del recién nacido son varias. Si es ocasionado por el hambre, la madre debe poner al bebé en el seno para que se alimente. Después, debe asegurarse de sacarle los gases, para evitar los molestos cólicos. Si los presenta, el niño estira y recoge sus piernitas (como si estuviera haciendo abdominales) y la piel se pone de una tonalidad roja.
También pueden presentarse cuando se sienten mojados o incómodos por alguna deposición. En estos casos, lo más recomendable es revisarlos y cambiar el pañal (debe hacerse cada 3 horas).
Los recién nacidos incluso se molestan cuando están muy abrigados; se puede percibir porque sudan (se reconoce por puntos rojos en la piel). Cuando sienten frío, generalmente tienen las manos ‘heladas’; para ello, hay que abrigar moderadamente su cuerpo, en especial la cabeza.Según la especialista, los bebés “lloran casi cinco o diez minutos, antes de dormirse,pero si se acomodan junto a la madre y se abrazan, lograrán conciliar el sueño”.
Se aconseja colocarlos en el pecho de la mujer, especialmente del lado izquierdo –asegura la pediatra–, pues se tranquilizan con el sonido del corazón y los ruidos intestinales, muy familiares para ellos cuando estaban en el vientre.
Cuándo el llanto es alarmante. Si el bebé llora durante más de 30 minutos, sin interrupciones y sin ningún tipo de consuelo. Se puede poner morado, tiene dificultad respiratoria, se fatiga y, en ocasiones, tiene movimientos “como convulsiones, mueve un solo pie o una mano o tiene movimientos oculares”, dice la doctora Velandia. En estos casos, los padres deben acudir de inmediato al pediatra del niño.
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