Long Island al Día/ Terra/ EFE
Si hay una figura que simbolice el Día Internacional de la Mujer en Estados Unidos este año, esa es Michelle Obama, la primera dama negra, que entró a la Casa Blanca tras la elección de su esposo, Barack Obama, a la presidencia.
Muchos estadounidenses, negros y blancos, admiran a esta mujer de 45 años, madre de dos niñas y gran profesional, que puso fin a su carrera para apoyar la de su esposo, jovial, dinámica, directa y además elegante.
"Ella es una versión moderna y actualizada de Hillary Clinton cuando entró a la Casa Blanca", dijo a la AFP la profesora de sociología Andra Gillespie, de la Universidad Emory en Georgia (sur).
"He aquí una mujer lograda profesionalmente, que triunfó en su carrera y que ha sido exitosa en su vida de familia", agregó. Para los estadounidenses negros, la visibilidad de Michelle Obama es "un cambio enorme".
"Los negros son estereotipos de autoritarios, castrantes, o de costumbres ligeras. Ella no es nada de eso", explicó la socióloga. "Es una mujer de belleza accesible, considerada femenina, que ha cuidado de una familia durante 15 años y es evidente que su esposo la ama. No estamos acostumbrados a ver mujeres negras en esa posición", agregó la profesora, destacando la mala imagen de la familia en la comunidad negra, donde 70% de los niños nacen fuera del matrimonio.
Michelle Obama, que creció en un barrio modesto de Chicago, estudió en las universidades de Princeton y Harvard antes de convertirse en abogada, y luego fue vicepresidenta de un gran hospital. Ella ganaba más que su marido cuando era senador, al momento en que se lanzaron a la campaña presidencial.
Desde su entrada a la Casa Blanca, la primera dama goza de una sólida popularidad, superior a la de sus predecesoras, con 49% de opiniones favorables (56% entre las mujeres), y solamente 5% en contra, según un sondeo reciente de New York Times/CBS.
Hillary Clinton inició su estadía en la Casa Blanca con 44% de apoyo de la opinión pública, Laura Bush con 30% y Nancy Reagan con 28%.
Además se ha convertido en ícono de la moda estadounidense: su gusto por los vestidos sin mangas que dejan ver, aún en invierno, sus brazos musculosos fascina a los críticos.
A casi un mes y medio en la Casa Blanca, Michelle Obama ha dado señales de cuál será su papel como Primera Dama. Para empezar, se fijó las tradicionales visitas a escuelas y el apoyo a las familias de los soldados como prioridad.
"Sensible a las responsabilidades de las mujeres, una de sus prioridades será promover el equilibrio entre el trabajo y la familia, ayudar a fomentar la flexibilidad en el trabajo para los padres", según Gillespie.
"Las mujeres necesitan una voz en la Casa Blanca más que nunca", declaró Michelle Obama durante la campaña electoral.
Si hay una figura que simbolice el Día Internacional de la Mujer en Estados Unidos este año, esa es Michelle Obama, la primera dama negra, que entró a la Casa Blanca tras la elección de su esposo, Barack Obama, a la presidencia.
Muchos estadounidenses, negros y blancos, admiran a esta mujer de 45 años, madre de dos niñas y gran profesional, que puso fin a su carrera para apoyar la de su esposo, jovial, dinámica, directa y además elegante.
"Ella es una versión moderna y actualizada de Hillary Clinton cuando entró a la Casa Blanca", dijo a la AFP la profesora de sociología Andra Gillespie, de la Universidad Emory en Georgia (sur).
"He aquí una mujer lograda profesionalmente, que triunfó en su carrera y que ha sido exitosa en su vida de familia", agregó. Para los estadounidenses negros, la visibilidad de Michelle Obama es "un cambio enorme".
"Los negros son estereotipos de autoritarios, castrantes, o de costumbres ligeras. Ella no es nada de eso", explicó la socióloga. "Es una mujer de belleza accesible, considerada femenina, que ha cuidado de una familia durante 15 años y es evidente que su esposo la ama. No estamos acostumbrados a ver mujeres negras en esa posición", agregó la profesora, destacando la mala imagen de la familia en la comunidad negra, donde 70% de los niños nacen fuera del matrimonio.
Michelle Obama, que creció en un barrio modesto de Chicago, estudió en las universidades de Princeton y Harvard antes de convertirse en abogada, y luego fue vicepresidenta de un gran hospital. Ella ganaba más que su marido cuando era senador, al momento en que se lanzaron a la campaña presidencial.
Desde su entrada a la Casa Blanca, la primera dama goza de una sólida popularidad, superior a la de sus predecesoras, con 49% de opiniones favorables (56% entre las mujeres), y solamente 5% en contra, según un sondeo reciente de New York Times/CBS.
Hillary Clinton inició su estadía en la Casa Blanca con 44% de apoyo de la opinión pública, Laura Bush con 30% y Nancy Reagan con 28%.
Además se ha convertido en ícono de la moda estadounidense: su gusto por los vestidos sin mangas que dejan ver, aún en invierno, sus brazos musculosos fascina a los críticos.
A casi un mes y medio en la Casa Blanca, Michelle Obama ha dado señales de cuál será su papel como Primera Dama. Para empezar, se fijó las tradicionales visitas a escuelas y el apoyo a las familias de los soldados como prioridad.
"Sensible a las responsabilidades de las mujeres, una de sus prioridades será promover el equilibrio entre el trabajo y la familia, ayudar a fomentar la flexibilidad en el trabajo para los padres", según Gillespie.
"Las mujeres necesitan una voz en la Casa Blanca más que nunca", declaró Michelle Obama durante la campaña electoral.
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