El déficit público ascenderá a 1,75 billones de dólares.- El presidente de EE UU utilizará los impuestos de los más ricos para financiar sus ambiciosas reformas sanitaria y energética
Long Island al Día con agencias y El país.com
Con el peor panorama económico desde la Gran Depresión, el primer presupuesto de la era Obama prevé una gran redistribución de la riqueza, según ha adelantado el diario The New York Times. Los pasos de la nueva Administración irán destinados a reconstruir, desde sectores como la sanidad y la energía, una economía que, según informa la agencia Reuters, ofrece un estado lamentable. Obama, que presentará de manera oficial esta tarde el primer presupuesto de su mandato, tiene previsto anunciar que la economía estadounidense tendrá para el 2009 un déficit público de 1,75 billones de dólares, el más alto desde la II Guerra Mundial.
Tras las altas deudas que ha dejado George W. Bush, Obama dará a conocer un déficit que se eleva a 1,75 billones de dólares, representando un 12,3% del Productor Interior Bruto (PIB) de EE UU. Es la cruda realidad a la que se enfrenta la economía de EE UU. Durante su intervención en el Congreso, el presidente ya advirtió que sería "necesario más dinero público" para luchar y superar la crisis. El objetivo de Obama, según Reuters, será reducir este déficit en 533.000 millones de dólares para el 2013, lo que supone un 3% del PIB estadounidense.
Sanidad
Según la información del The New York Times, el presidente de Estados Unidos utilizará los impuestos de los más ricos para financiar sus ambiciosas reformas. Estas inversiones son a corto plazo y se harán a través de una redistribución de la riqueza. Incrementará las tasas entre los más ricos con el objetivo de usar esa recaudación para sus planes de reforma.
Uno de esos grandes planes es la sanidad, máxima prioridad del Ejecutivo demócrata y de un gran costo. A partir de una nueva política fiscal, el Gobierno de Obama quiere incrementar los ingresos del Estado en unos 318.000 millones de dólares en los próximos 10 años, con lo que se financiará la mitad del fondo de reserva de 634.000 millones de dólares con el que quiere transformar el sistema sanitario.
Energía
Fuentes oficiales de la Casa Blanca cuentan al diario estadounidense que las nuevas cargas fiscales sobre las empresas más contaminantes permitirán implantar un proyecto de desarrollo de energías renovables como reducir las emisiones de gases, especialmente las de dióxido de carbono. La iniciativa en este sector por parte de Obama tendrá además una consecuencia inmediata: todas las medidas del Ejecutivo para transformar la energía del país se legislarán a no muy tardar este año.
Gasto militar
El Gobierno estadounidense espera que el costo de las guerras en Afganistán e Irak ascienda para este año hasta los 140.000 millones de dólares, frente a los 190.000 de 2007, según ha confirmado una fuente de la Administración a la agencia Reuters. Para el 2010, la Casa Blanca prevé tener una partida de 130.000 millones de dólares mientras que los costos anuales para los sucesivos años caerán hasta tan sólo los 50 mil millones de dólares.
El Congreso ya ha dado el visto bueno a la mitad de ese dinero solicitado por la Administración Obama, pero será necesaria una partida "suplementaria" de unos 75.000 millones de dólares para alcanzar sus objetivos en Afganistán.
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Con el peor panorama económico desde la Gran Depresión, el primer presupuesto de la era Obama prevé una gran redistribución de la riqueza, según ha adelantado el diario The New York Times. Los pasos de la nueva Administración irán destinados a reconstruir, desde sectores como la sanidad y la energía, una economía que, según informa la agencia Reuters, ofrece un estado lamentable. Obama, que presentará de manera oficial esta tarde el primer presupuesto de su mandato, tiene previsto anunciar que la economía estadounidense tendrá para el 2009 un déficit público de 1,75 billones de dólares, el más alto desde la II Guerra Mundial.
Tras las altas deudas que ha dejado George W. Bush, Obama dará a conocer un déficit que se eleva a 1,75 billones de dólares, representando un 12,3% del Productor Interior Bruto (PIB) de EE UU. Es la cruda realidad a la que se enfrenta la economía de EE UU. Durante su intervención en el Congreso, el presidente ya advirtió que sería "necesario más dinero público" para luchar y superar la crisis. El objetivo de Obama, según Reuters, será reducir este déficit en 533.000 millones de dólares para el 2013, lo que supone un 3% del PIB estadounidense.
Sanidad
Según la información del The New York Times, el presidente de Estados Unidos utilizará los impuestos de los más ricos para financiar sus ambiciosas reformas. Estas inversiones son a corto plazo y se harán a través de una redistribución de la riqueza. Incrementará las tasas entre los más ricos con el objetivo de usar esa recaudación para sus planes de reforma.
Uno de esos grandes planes es la sanidad, máxima prioridad del Ejecutivo demócrata y de un gran costo. A partir de una nueva política fiscal, el Gobierno de Obama quiere incrementar los ingresos del Estado en unos 318.000 millones de dólares en los próximos 10 años, con lo que se financiará la mitad del fondo de reserva de 634.000 millones de dólares con el que quiere transformar el sistema sanitario.
Energía
Fuentes oficiales de la Casa Blanca cuentan al diario estadounidense que las nuevas cargas fiscales sobre las empresas más contaminantes permitirán implantar un proyecto de desarrollo de energías renovables como reducir las emisiones de gases, especialmente las de dióxido de carbono. La iniciativa en este sector por parte de Obama tendrá además una consecuencia inmediata: todas las medidas del Ejecutivo para transformar la energía del país se legislarán a no muy tardar este año.
Gasto militar
El Gobierno estadounidense espera que el costo de las guerras en Afganistán e Irak ascienda para este año hasta los 140.000 millones de dólares, frente a los 190.000 de 2007, según ha confirmado una fuente de la Administración a la agencia Reuters. Para el 2010, la Casa Blanca prevé tener una partida de 130.000 millones de dólares mientras que los costos anuales para los sucesivos años caerán hasta tan sólo los 50 mil millones de dólares.
El Congreso ya ha dado el visto bueno a la mitad de ese dinero solicitado por la Administración Obama, pero será necesaria una partida "suplementaria" de unos 75.000 millones de dólares para alcanzar sus objetivos en Afganistán.
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