Jesús Ríos con agencias
La situación de los inmigrantes en el mundo parece ir de mal en peor. En Estados Unidos y en Europa las medidas para frenar la inmigración ilegal o para forzar a los extranjeros a dejar el país parecen endurecerse cada vez más, como consecuencia de la crisis económica.
Por lo menos así lo dejan entrever varias decisiones tomadas en los últimos días por los gobiernos internacionales y que, según las organizaciones de derechos humanos, complican aún más el panorama para los inmigrantes y de paso vulneran sus derechos fundamentales.
Precisamente ayer los consulados de Honduras y de Ecuador enviaron cartas de protesta al Gobierno de Estados Unidos por las presuntas cuotas de detención de indocumentados que les fueron impuestas a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
“Es aberrante”, dijo la cónsul general de Honduras en Los Ángeles, Vivian Panting, sobre las supuestas cuotas ordenadas a los agentes de la agencia federal en la estación de Riverside, al este de Los Ángeles. “Vale la pena llegar a una investigación de esto”.
La agencia federal ordenó el pasado lunes una investigación de los alegatos de agentes, quienes dijeron que recibieron órdenes de cumplir los objetivos numéricos en enero bajo pena de castigo.
Agentes en Riverside indicaron que se les ordenó arrestar al menos 150 indocumentados en enero, o de lo contrario se les cambiaría de horario.
Nadie ha sido suspendido por ahora, dijo Richard Vélez, portavoz de la agencia.
La agencia federal tiene metas para inspirar a los agentes. Una de ellas, por ejemplo, es hacer competir a unidades y muchas veces un indicador es la cantidad de arrestos, pero no es práctica estándar establecer objetivos numéricos ni se recomendaría uno, indicó Jeffrey Calhoon, jefe de la agencia en El Centro.
“Las redadas son el ejemplo más visible de un sistema de leyes de inmigración inhumano e injusto”, comentó Esmeralda López, coordinadora de Política Local de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles.
Medidas en Europa
Entre tanto, el Parlamento Europeo dio ayer su acuerdo de principio para una normativa destinada a luchar contra la inmigración ilegal, que contempla sanciones para las empresas y los particulares que empleen a extranjeros sin residencia legal.
Duras leyes carcelarias
Un comisario, catalogado como el “más duro en EE.UU.”, decidió ayer sacar a los inmigrantes indocumentados de una cárcel y enviarlos a carpas con cercas electrificadas que albergan a prisioneros en Phoenix.
El comisario del condado de Maricopa, Joe Arpaio, dijo que acompañará a unos 200 reos de una cárcel de la zona a su nuevo destino en la Tent City, o ciudad campamento.
“Esta es una población de delincuentes más expertos quizás en escapar”, explicó en un comunicado. “Pero esta es una cerca que no querrán escalar porque se arriesgan a recibir una descarga, literalmente”, dijo en referencia a la reja eléctrica que rodea el lugar.
Arpaio dijo que la separación de los indocumentados del resto de la población carcelaria ahorrará dinero, aunque no especificó cómo resultaba más barato recluir a presos en carpas que en prisiones tradicionales. También aseguró que el cambio será más conveniente para las autoridades consulares que visitan a reos extranjeros y para los agentes del Servicio de Inmigración encargados de deportar a prisioneros.
Médicos de EE.UU. deberán denunciar
En el Congreso de Estados Unidos se está estudiando una nueva ley que busca obligar a los médicos a reportar a los inmigrantes ilegales que vayan a consulta en los centros hospitalarios.
Aunque se trata sólo de una propuesta, la idea ya generó polémica entre los grupos que defienden a los inmigrantes y entre la comunidad médica.
Según las organizaciones pro inmigrantes, la propuesta viola todos los derechos y las garantías de los inmigrantes y es, además, un atropello en contra del secreto médico que es decretado en las leyes de Estados Unidos, por lo cual tampoco sería viable su aprobación
La situación de los inmigrantes en el mundo parece ir de mal en peor. En Estados Unidos y en Europa las medidas para frenar la inmigración ilegal o para forzar a los extranjeros a dejar el país parecen endurecerse cada vez más, como consecuencia de la crisis económica.
Por lo menos así lo dejan entrever varias decisiones tomadas en los últimos días por los gobiernos internacionales y que, según las organizaciones de derechos humanos, complican aún más el panorama para los inmigrantes y de paso vulneran sus derechos fundamentales.
Precisamente ayer los consulados de Honduras y de Ecuador enviaron cartas de protesta al Gobierno de Estados Unidos por las presuntas cuotas de detención de indocumentados que les fueron impuestas a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
“Es aberrante”, dijo la cónsul general de Honduras en Los Ángeles, Vivian Panting, sobre las supuestas cuotas ordenadas a los agentes de la agencia federal en la estación de Riverside, al este de Los Ángeles. “Vale la pena llegar a una investigación de esto”.
La agencia federal ordenó el pasado lunes una investigación de los alegatos de agentes, quienes dijeron que recibieron órdenes de cumplir los objetivos numéricos en enero bajo pena de castigo.
Agentes en Riverside indicaron que se les ordenó arrestar al menos 150 indocumentados en enero, o de lo contrario se les cambiaría de horario.
Nadie ha sido suspendido por ahora, dijo Richard Vélez, portavoz de la agencia.
La agencia federal tiene metas para inspirar a los agentes. Una de ellas, por ejemplo, es hacer competir a unidades y muchas veces un indicador es la cantidad de arrestos, pero no es práctica estándar establecer objetivos numéricos ni se recomendaría uno, indicó Jeffrey Calhoon, jefe de la agencia en El Centro.
“Las redadas son el ejemplo más visible de un sistema de leyes de inmigración inhumano e injusto”, comentó Esmeralda López, coordinadora de Política Local de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles.
Medidas en Europa
Entre tanto, el Parlamento Europeo dio ayer su acuerdo de principio para una normativa destinada a luchar contra la inmigración ilegal, que contempla sanciones para las empresas y los particulares que empleen a extranjeros sin residencia legal.
Duras leyes carcelarias
Un comisario, catalogado como el “más duro en EE.UU.”, decidió ayer sacar a los inmigrantes indocumentados de una cárcel y enviarlos a carpas con cercas electrificadas que albergan a prisioneros en Phoenix.
El comisario del condado de Maricopa, Joe Arpaio, dijo que acompañará a unos 200 reos de una cárcel de la zona a su nuevo destino en la Tent City, o ciudad campamento.
“Esta es una población de delincuentes más expertos quizás en escapar”, explicó en un comunicado. “Pero esta es una cerca que no querrán escalar porque se arriesgan a recibir una descarga, literalmente”, dijo en referencia a la reja eléctrica que rodea el lugar.
Arpaio dijo que la separación de los indocumentados del resto de la población carcelaria ahorrará dinero, aunque no especificó cómo resultaba más barato recluir a presos en carpas que en prisiones tradicionales. También aseguró que el cambio será más conveniente para las autoridades consulares que visitan a reos extranjeros y para los agentes del Servicio de Inmigración encargados de deportar a prisioneros.
Médicos de EE.UU. deberán denunciar
En el Congreso de Estados Unidos se está estudiando una nueva ley que busca obligar a los médicos a reportar a los inmigrantes ilegales que vayan a consulta en los centros hospitalarios.
Aunque se trata sólo de una propuesta, la idea ya generó polémica entre los grupos que defienden a los inmigrantes y entre la comunidad médica.
Según las organizaciones pro inmigrantes, la propuesta viola todos los derechos y las garantías de los inmigrantes y es, además, un atropello en contra del secreto médico que es decretado en las leyes de Estados Unidos, por lo cual tampoco sería viable su aprobación
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